The Adversiter Chronicle

miércoles, 14 de marzo de 2012

"Un miércoles... un poema"


The Adversiter Chronicle dedica este especial de “Un miércoles… un poema” a una vieja amiga de los lectores y, algunas, deseadas lectoras: la escritora Caridad Santamarta.

El motivo, que no escusa,  es la presentación de su obra el pasado 25 de febrero en la FNAC de “Parque Principado”.  Lo que debería haber sido una crónica se tiñó de luto horas antes con el fallecimiento de la hermana de Caridad.

Con profesionalidad y entereza, arropada por sus compañeros de emisora y familia, Caridad Santamarta salió al escenario en uno de esos momentos que se dan a veces en la vida donde la tragedia convive con la gloria y que hace que la humanidad de las personas brille con fulgor para el observador ajeno a las circunstancias personales de la protagonista.

Un fuerte abrazo querida amiga desde la redacción y los lectores y lectoras de “Un miércoles… un poema”

 Caridad Santamarta Blanco nació en Reliegos, León,  trasladándose a vivir a Gijón en el año 1967. Interesada siempre por la literatura dirigió en principio sus pasos hacia la poesía publicando su primer libro “Poemas de otoño” con 56 de sus mejores poemas.

 A continuación reproducimos el mensaje que desde The Adversiter Chronicle fue leído durante la presentación:



Caridad Santamarta: la magia de la lectura

La relación del lector con un libro comienza desde el mismo momento de su elección. No es sólo el placer de su lectura, es la liturgia de mirar la estantería donde se exponen, observar el título, el género…

Cuando un libro llama nuestra atención puede parecer al observador que el lector se queda absorto, casi ido mirando detenidamente los títulos, concentrado en leer la contraportada ensimismado en la lectura de la misma que nos habla de la historia que cuenta, breves retazos quizás del autor…

Una vez que cogemos el libro, que pensamos si adquirirlo o no, ya no interviene el factor precio, pese a que ser lector resulta caro para el bolsillo, pero no dudamos en su compra mientras nuestra mente ya viaja al interior de sus páginas y te deleitas en imaginar los gratos momentos que su lectura te va a proponer…

Cuando el libro es ya nuestra posesión, pasa a formar parte de nuestra vida, de nuestra casa colocado en su estante y nos acompaña íntimamente durante el tiempo que dura su lectura. Luego puede pasar a nuestra biblioteca particular donde no es un mero adorno decorativo, es un amigo al que volvemos de vez en cuando y del que recordamos pasajes enteros y que en las noches de invierno te acompaña desde su puesto estático con otros libros, otras historias. Sientes un placer especial cuando recomiendas su lectura o lo prestas sabiendo el peligro que existe en esa costumbre tan hispana de no devolver los libros prestados, pero no importa, saber que vuela como un pájaro en otra mente lectora te mitiga el dolor de su pérdida porque siempre puedes adquirir otro ejemplar. Cierto es que muchas veces, pierdes la amistad y el libro y te imaginas cuál será su singladura: un puesto en otro estante, tal vez de forro de un mueble que cojea o simplemente olvidado en algún rincón mientras sus páginas se vuelven amarillentas y terminar quizás en un contenedor como vulgar basura…

Por fortuna a veces el libro te es devuelto y sientes el reconfortante sentimiento de recuperar una historia que dudabas volver a recuperar para tu biblioteca aunque ya no te fíes de tu amistad para prestarle libros dada su tardanza en devolverlo.



Pero, sin querer casi, se establece un vínculo entre el lector y el autor. Terminar su lectura y que te haya atrapado la obra hace que indagues en la biografía y la bibliografía de quien te ha hecho volar la imaginación con sus letras, con su historia convertida en lomo con tapas que ya forma parte de tu bagaje intelectual y casi me atrevería a decir que personal… Íntima en suma.

Nos convertimos así en devotos de un autor, adquirir sus libros se convierte en un acto de fe por cuanto olvidamos detalles como el precio o la historia, simplemente buscamos su obra casi compulsivamente, subliminal sin dudar de su adquisición porque queremos leer más de su pluma. A veces, nos desencanta alguno de sus libros o descubrimos que la frescura de sus primeras obras nos defrauda ya que sigue escribiendo lo mismo porque se ha vuelto mercantilista y ya no le preocupan sus lectores sino sus beneficios y es la editorial quien dicta lo que tiene que escribir…

Algunas veces, el autor vuelve a su magia inicial como un canto del cisne de quien vendió su alma y antes de morir quiere rencontrarse consigo mismo como escritor y con sus fieles lectores…

Muchas veces conocemos la imagen pública del autor en entrevistas, programas de televisión y no nos gusta su personaje pero se lo perdonamos porque sigue fiel a su estilo y a su narrativa, olvidamos la persona y nos quedamos con el escritor. Y así, sin darnos cuenta, pasan los años, la vida, y forma parte el libro de nosotros mismos. Es la magia de un libro que comienza cuando paseamos entre estanterías buscando una historia para leer y fijamos nuestra mirada en ese título que llama nuestra atención…



En el acto de esta tarde se presenta la obra de Caridad Santamarta.

Caridad es escritora, cumple todos los requisitos: ha publicado y tiene lectores. Detenerse a considerar si adquirir uno de sus libros, reúne todos los ingredientes citados anteriormente. Pero a diferencia de otros autores de renombre, Caridad Santamarta nunca decepciona. En estos tiempos en que nombres de relumbrón bien publicitados con el apoyo de grandes editoriales que sólo esconden copias de estilos que se venden como propios, de historias artificiosas cargadas de datos históricos o vueltas de tuerca que engordan las páginas hasta alcanzar tamaños descomunales pero que te dejan un vacío ante lo intrascendente de las historias, de mercadotecnia pura y dura para sacar los cuartos, de convertir los libros en productos de consumo idolatrando a sus autores, surgen sin llamar la atención autores como Caridad.

Sus libros hablan de la vida, sin más. Tampoco hace falta porque su lectura nos envuelve en la historia que cuenta y sus personajes, las palabras que surgen de sus bocas son la voz de la gente corriente, esa gente que guarda y se lleva a la tumba grandes historias que nunca serán recordadas…

Caridad escribe desde la sencillez de las personas honestas, desde el pedestal que te da el paso de las cosas corrientes y nada superfluas, de la lucha por tratar de ser feliz en un mundo depredador que no siente misericordia. No son historias tristes alargadas hasta límites de culebrón literario. Vemos como discurren sus vidas con penas y alegrías, llega a emocionarnos ver como los personajes logran que nos identifiquemos con sus vivencias. Un lenguaje y estilo casi cinematográfico por cuanto en breves pinceladas Caridad consigue describir los personajes, su contexto y lugar logrando que nuestra mente visualice lo que leemos.

Literatura honesta en suma y alejada de los grandes circuitos de distribución pero que logra que el boca a boca sea más efectivo que cualquier campaña de publicidad, esa magia que nos hace recomendar su lectura a las amistades y que hace que sus libros ocupen un lugar en nuestra biblioteca.

Hoy comprobareis al escucharla que cuando hablo de su honestidad como escritora, trasciende el ámbito creativo para ser honestidad como persona, como amiga ya que sin quererlo sentimos que alguien que escribe de la forma en que Caridad lo hace despierta nuestra empatía y conocerla sólo engrandece su obra.



Caridad Santamarta nunca decepciona en cada nuevo libro. No sólo en narrativa, su poemario destila sentimientos que hacen recomendable asomarse a sus versos para captar la poesía de sus novelas. Una vez que te asomas a su universo, deseas seguir leyendo, deseas que publique de nuevo para volver al remanso de su lectura.

Y es que Caridad Santamarta antes de ser escritora, un personaje que podría presumir de obra demandada y creerse y crecerse en su soberbia, como otros autores que a todos nos vienen a la memoria, es persona, mujer, madre y esposa.



Es por ello que recomiendo que le concedáis el beneficio de la duda y el beneplácito de su lectura. Para quienes somos ya sus devotos lectores, cada nuevo libro de Caridad es una fiesta, un orgullo ser partícipes activos de su éxito, humilde, sincero y honesto, lejos de fastos consumistas y con ese aire bohemio que da la intimidad de conocer a sus personajes y a la persona, amén de escritora, que les da vida con la magia de su pluma.

Posiblemente, cuando muchos de nosotros ya no estemos en este valle de lágrimas, nuevas generaciones de lectores se asomen al universo literario de Caridad Santamarta porque sus personajes ya son inmortales, en estantes de bibliotecas particulares y públicas esperando nuevos ojos que se asomen a personajes que perduran y perdurarán en la memoria de quienes se asomen a su lectura.

Y todo ello es posible y no me canso de remarcarlo, gracias a una persona honesta que escribe con honestidad mostrando las aristas y las virtudes de estar vivo: sueños, tristezas, lucha, alegrías… Todas esas cosas que forman parte de la vida, de nuestras vidas y que cuando son engarzadas por Caridad pierden todo aspecto de penumbra para ser cuando no reconfortantes sí dignas de ser sentidas, de ser leídas.

No dejéis pasar la oportunidad de asomaros a su universo literario porque lejos de sentiros defraudaros, sentiréis que tiene mucho aún por contarnos y compartir.

Porque cuando un escritor merece la pena, y Caridad lo es, nunca nos defrauda y sí nos reconforta sentirnos partícipes de su obra…

Y si dudáis de lo que digo, sólo tenéis que leer uno de sus libros, no dejéis pasar la oportunidad de conocerla en persona y veréis que cuando hay que elogiar a alguien que de verdad se merece el elogio, sobran adjetivos y pasa a formar parte de nuestra vida, de nuestra biblioteca porque sus libros logran la magia de la lectura y todo ello sin vender su alma de escritora y su honestidad como persona.





Reseñar que Caridad no sólo es todo lo descrito anteriormente sino que además es una locutora de radio que podéis escuchar en: http://www.radiomairenadelaljarafe.es/

También os dejo la dirección de su blog donde podréis seguir su actualidad como escritora:




Terminar enviándole un fuerte abrazo y felicitar a la organización de la presentación. Esperamos con ansia su siguiente libro que, y en exclusiva para The Adversiter Chronicle podría ser un nuevo poemario…

Gracias Caridad por permitirnos asomarnos a un trocito de tu universo creativo, eres un lujo y un honor para
The Adversiter Chronicle.

The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton Jr. IV

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