The Adversiter Chronicle

sábado, 10 de octubre de 2015

"Lomo con tapas", suplemento literato cutre


Suplemento literato cutre de The Adversiter Chronicle

Libro: Historia de los pueblos árabes
Autor: Albert Hourani
Editorial: Editorial Ariel
Traducción: Blanca Rivera de Madariaga

Traemos hoy un libro de 1991 que puede servirnos para enmarcar dentro de sus coordenadas el fundamentalismo islámico basado en una interpretación del Corán y que ha dado lugar a lo que conocemos como califato de terror o Estado Islámico donde una vez más Occidente debe involucrarse en un enfrentamiento que a ojos profanos puede parecer simplemente un asunto de religión...

Nada más lejos de la realidad que una interpretación simplista y se hace necesario indagar en la historia de unos países que hay que recordar que tienen poco tiempo histórico como Estado y en ocasiones sus fronteras fueron plasmadas sobre el mapa por las distintas
potencias occidentales. El autor logra de forma amena pero instructiva llevarnos por la historia de los pueblos árabes que a partir del siglo VI encontrarían en el Corán y en la lengua árabe el catalizador del islam. No es nada farragosa y encontrareis en sus páginas la comprensión del mundo actual donde los pueblos árabes tratan de entrar en la modernidad a la vez que se enfrentan a corrientes internas que muchas veces parecen indescifrables para el lector occidental.

Un repaso a sus siglos de historia y de histeria donde la conmoción del colapso del Imperio Otomano hizo posible que las potencias europeas se hicieran dueñas de su destino, del fin de la Guerra Fría y el ocaso de los nacionalismos junto con la existencia del Estado de Israel ha creado una amalgama que el autor al final del libro, escrito en 1991, no insinúa pero bajo su tercero análisis los barros de este lodo fundamentalista y terrorista actual se hacen visibles. Pero desde el inicio y a través de sus páginas realizareis un viaje apasionante que hace ver con otros ojos lo que a veces las noticias de actualidad y los intereses creados simplifican demasiado sin dejarnos ver la pluralidad de las sociedades árabes.

Albert Hourani nació en 1915 en Manchester, Gran Bretaña. Cursó estudios en el
Magdalen College de Oxford. De padres libaneses, el gran islamista Hourani inició su carrera docente en la Universidad Americana de Beirut. Estuvo en El Cairo durante la Segunda Guerra Mundial como agregado del ejército británico y tras la guerra regresó a Oxford, ciudad donde desarrolló gran parte de su actividad profesional, siendo hasta 1971 director de Middle East Centre. Declarado emérito en 1979, se dedicó a partir de entonces a dictar cursos como profesor invitado en las universidades de Chicago, Harvard y Darmouth. Es autor de numerosos trabajos sobre Oriente próximo. Fallecido en 1993, Hourani fue uno de los más eminentes conocedores de la historia y la cultura árabe del siglo XX.
Datos sacados como siempre de la contraportada del libro y os dejo unas breves pinceladas que os inciten a su apasionante lectura:

Aparición del islam...
A principios del siglo VII se combinaron dos mundos; un mundo establecido que había perdido parte de su fuerza y seguridad, y otro limítrofe que estaba en contacto más estrecho con sus vecinos del Norte y abierto a su cultura. El encuentro decisivo entre ambos tuvo lugar en los años centrales del siglo. Se creó un nuevo orden político que incluía toda la península arábiga, las tierras de los sasánidas y las provincias sirias y egipcias del Imperio Bizantino. Las viejas fronteras fueron borradas y se crearon otras nuevas. En este nuevo orden, el grupo dirigente no estaba formado por los pueblos de los Imperios, sino por árabes de Arabia occidental y, en gran medida, de La Meca”

El poder y la justicia de Dios...
A mediados del siglo II de la era islámica (siglo VIII d.C.) surgió una escuela en un sentido más amplio, que agrupaba a pensadores con ideas claras y estructuradas sobre toda una serie de problemas. Naturalmente, llamarles escuela no implica que todos
tuvieran las mismas ideas o que éstas no evolucionaran de una generación a otra. Se trataba de los mutazilíes (o <<los que se mantienen apartados>>). Creían que la verdad podía alcanzarse utilizando la razón para comprender lo que se dice en el Corán; de este modo, tendrían respuestas para las preguntas antes expuestas. Dios es único. Su esencia carece de atributos. Concretamente, carece de cualidades humanas. El Corán no podía proceder de su boca; así pues, debió de crearse de otra manera. Dios es justo y, por tanto, está vinculado a un principio de justicia. Pero el hombre debe ser libre, ya que no sería justo juzgar a los hombres por acciones que no son libres de realizar. Si los actos humanos son libres y están sujetos a juicio, se deduce que la fe no basta sin buenas obras. Un musulmán culpable de faltas graves no puede ser llamado infiel ni creyente de verdad: ocupa una posición intermedia.”

Poesía...
“La alta poesía se escribía en lengua estrictamente gramatical, recreaba ciertos temas conocidos y recogía el eco de poemas anteriores, pero junto a ella existía una literatura ampliamente difundida que sería excesivamente simple denominar `popular´, aunque fue muy apreciada por numerosos estratos sociales. La mayor parte de ella fue efímera, compuesta de forma más o menos improvisada y no fue escrita, sino que se transmitió oralmente y se perdió con el tiempo, aunque una pequeña parte ha sobrevivido. El zéjel, que surgió en el Ándalus en el siglo XI, se extendió rápidamente por el mundo de habla árabe. También existe una tradición teatral. Han sobrevivido varias obras de teatro para sombras chinescas escritas por un autor del siglo XIII, Ibn Daniyal, pensadas para ser puestas en escena por marionetas o manos delante de una luz y detrás de una pantalla.”

Siglo XVIII...
En el siglo XVIII tuvieron lugar dos tipos de cambio de especial importancia. En el gobierno central de Estambul, el poder se trasladó de la familia del sultán a una
oligarquía de altos funcionarios civiles próximos o pertenecientes a las oficinas del gran visir. Aunque entre ellos había diferentes grupos que competían por el poder, estaban vinculados entre sí y también, en más de un sentido, con los altos dignatarios del funcionariado judicial y religioso. Tenían una cultura común, en la que participaban tantos elementos árabes y persas como turcos. Compartían una misma preocupación por la solidez y el bienestar del Imperio y la sociedad a la que protegían. No se mantenían al margen de la sociedad, como hicieran los esclavos familiares, sino que participaban en la vida económica a través de su control de las donaciones religiosas y los impuestos rurales, y se asociaban con los comerciantes con el fin de invertir en el comercio y en tierras.”

Aparición del nacionalismo árabe frente a los imperios europeos...
Tanto ´Abduh como Rida eran ulemas de educación tradicional, preocupados no sólo por justificar el cambio, sino por imponerle un límite. Para los que se habían formado en las escuelas modernas, el atractivo de la opinión de ´Abduh sobre el islam era que les otorgaba la libertad de aceptar las ideas del Occidente moderno sin sentirse traidores hacia su propio pasado. Una serie de autores, algunos de los cuales afirmaban serle fieles, comenzaron a exponer nuevas ideas sobre la forma en la que debían organizarse la sociedad y el Estado. Fue en esta generación cuando apareció de forma explícita la idea del nacionalismo entre los turcos, árabes, egipcios y tunecinos. Con anterioridad se habían producido algunos atisbos de conciencia nacional en los que subyacía algo más antiguo y poderoso, el deseo de unas sociedades ancestrales de continuar sus vidas sin sufrir interrupción; sin embargo, como idea articulada que animaba a los movimientos políticos no adquirió importancia hasta las dos décadas anteriores a la primera guerra mundial”


Estados árabes y el Estado de Israel...
El futuro de la relación entre los Estados árabes e Israel también pasó a estar relacionado con la cuestión del alineamiento. En la década de 1950, los gobiernos
británico y americano discutieron diversos planes para alcanzar una resolución al problema: había que realizar ciertos reajustes en las fronteras de 1949 en favor de los árabes, conseguir el regreso de algunos de los refugiados a sus hogares y la absorción de la mayoría de ellos en los países árabes circundantes. Si los Estados árabes mantenían estrechos vínculos con las potencias occidentales, ello supondría la aceptación de esta solución y algún tipo de reconocimiento de la existencia de Israel. Por otra parte, la formación de un grupo neutral de Estados árabes que mantuviera buenas relaciones con los bloques Este y Oeste podía utilizarse para incrementar el peso político de los países árabes y para consolidar sus fuerzas armadas, comportando así un cambio radical en la situación generada por los acuerdos de armisticio de 1949.”

La mujer árabe del siglo XX...
No obstante, estos cambios tenían lugar dentro de una estructura legal y ética que en gran medida permanecía inalterable y que continuaba manteniendo la supremacía del hombre. Efectivamente, se estaban produciendo algunas transformaciones en las formas de interpretación de las leyes islámicas relativas al estatus personal. Entre los países árabes, tan sólo Tunicia había abolido la poligamia, pero en los restantes países era cada vez más infrecuente.
En algunos países, por ejemplo en Tunicia e Iraq, las mujeres tenían menos dificultades para solicitar la disolución del matrimonio, pero en los demás países se mantuvo el derecho del marido a divorciarse sin ninguna explicación y sin un proceso legal; el derecho del marido divorciado a la custodia de los hijos a partir de una edad determinada, también permaneció inalterable. En algunos países, la edad mínima para el matrimonio se elevó. En otros, las leyes de la herencia también se reinterpretaron, pero en ninguno existía una ley secular que regulara la herencia. Aún menos se habían introducido en país árabe alguno leyes seculares sobre el estatus personal para reemplazar las que derivaban de la shari' a, como había sucedido en Turquía.”

Una mínima muestra de un libro fundamental para conocer la historia de los países árabes no tan ajena a la occidental y que actualmente se debate entre incorporar su sociedad a la globalización o implantar un nuevo califato basado en el terror donde Europa y Occidente tienen una buena oportunidad para llevar progreso y democracia Un libro para que la persona ajena al islam comprenda los argumentos que justifican el terrorismo fundamentalista que sólo trata de tergiversar no sólo la historia sino que además se creen los verdaderos interpretes del Corán...
 
Adecuado para mentes inquietas cristianas, inquietos de mente musulmanes y de saber un poco más, lecturas de turno de noche y estancias hospitalarias y por supuesto a la suegra que pensará que nos estamos convirtiendo en infieles y pasaremos unas risas escuchando sus diatribas para que dejemos su lectura y vayamos a comulgar como Dios manda...


The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/






                                                       






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