The Adversiter Chronicle

sábado, 26 de noviembre de 2016

"Manual del Buen Comer", por el profesor T. A. Rambaina


Con la colaboración del profesor T. A. Rambaina
en exclusiva para The Adversiter Chronicle

Manual del Buen Comer: Tigretones

Parece que la crisis recesiva aún tiene cuerda para rato y se hacía necesario ahondar aún más en el arte de comer, de aprovechar al máximo las carencias convirtiendo éstas en virtud. Al menos así lo describe nuestro asesor en estos temas, nuestro querido profesor T. A. Rambaina que nos propone, para abrir boca de este nuevo apartado, un alimento cuando menos curioso: Tigretón.

-¿Por qué un Manual del Buen Comer, Profesor, ein?

-La persistencia de las carencias económicas obligan a que aprovechemos los alimentos hasta esas migajas que antes producíamos y que ahora se hacen vitales en la dieta para mantener unos mínimos de nutrientes necesarios. No se trata de ir cogiendo las migajas que se nos caen al mascar, para nada Skizo´s, para nada. Si ya sabemos hacer menús críticos para una crisis, ahora se trata de no gastar, de no perder sensaciones placenteras inherentes a la gastronomía y finalmente el factor psicológico, fuente de bienestar general, donde sin estafar al estómago sí que engañamos a la mente condicionada por el consumismo a estar refalfiada.

-¿Se trata en sumar de no tirar migas?

-¡Jajajajajaj! ¡Es usted un cachondo mental, Skizo´s, un cachondo! Se trata de un método científico que ilustraré de forma que se entienda o al menos voy a intentarlo. Resumiendo se trata de aprender pautas de mascado basada en el número de masticaciones. Dicho así y traducido al cristiano se trata de prolongar el mascado lo cual desde un punto de vista fisiológico se traduce en una mejor masticación prolongando el tiempo de la misma de forma que el cerebro reciba las señales de que se está saciando el apetito, predispone a una digestión natural y una defecación satisfactoria, todo ello sin gastar más, sin renunciar a nada y sin sentirnos más mierdas por el azote de la crisis en nuestro presupuesto alimenticio, Skizo´s.

-¿Tigretón?

¡Refalfies! ¡Refalfies de consumidor mal acostumbrado! ¡La bollería industrial forma parte de nuestra dieta desde 1945 en adelante! ¡Mire Skizo´s, aquí se trata de proteger la dieta tradicional de la era del consumismo!¡Podría ponerme interesante con propuestas vanguardistas a base de caros productos ecológicos y fuera de toda duda industrial! ¡Pero nadie se para a pensar, a meditar durante un triste segundo de sus vidas, en que si nos hemos criado, crecido y desarrollado con dieta a base de bollería industrial y alimentos procesados industrialmente, resulta contraproducente cambiar en la edad adulta a alimentos sanos y que fomentan el desarrollo sostenible! ¡Somos adictos a la bollería y el procesamiento industrial de los alimentos que forman parte de nuestra dieta!

-¡Bueeeno, vaaaale! Pero sigo sin ver el Tigretón como elemento de su manual, profesor, dicho sea con todo el respeto hacia su persona y su sapiencia sin menoscabo del espíritu crítico...

-La idea es que si la semana tiene siete días, en al menos un par de ellos podamos afrontar la crisis que se agudiza en el presupuesto de la compra. El Tigretón es el alimento ideal para empezar a aplicar el Manual del Buen Comer. Nutrientes, grasas incluyendo polisaturadas, el placer del dulce que nos hace salivar favoreciendo la posterior digestión y por último, pero no menos importante, el precio del formato donde por poco más de un euro disponemos de tres unidades que nos dan para tres semanas, siempre y cuando de los días de Manual sólo consumamos una unidad a la semana. La mayor dificultad para el comensal es no caer en la glotonería repitiendo en la semana o dejarse llevar por la lujuria adictiva de sus ingredientes que nos harían, cual zombi, devorar el pack de una sentada, por supuesto.

-Bien, pasemos a ver la recomendación del manual para comer un Tigretón y que nos sirva de sustento un día sustituyendo las tres comidas por una sola, profesor.

-Fíjese que el Tigretón es un pastelito enrollado sobre sí mismo lo que nos permite mordisquear capa por capa. Generalmente en tres o cuatro bocados se despacha su ingesta. Debemos masticar cada trocito un mínimo de dos minutos es ir despacio capa por capa. En total, calculando los mordiscos capa por capa y saboreando durante el mascado, nos da casi media hora con lo cual el cerebro interpreta que estamos saciándonos y manda señales
  al aparato digestivo para empezar el proceso ídem. Pos supuesto se puede acompañar, dado el poco gasto que se hace, en comprar una botella de tintorro o de sidra con lo cual caeremos en un estado de modorra que hará que nos pasen las horas improductivas, debido al paro laboral, cómodamente tumbados en el sofá, sillón o cama. Como puede apreciar es una inversión de un euro sumamente rentable, Skizo´s.
 

-Pues aparte de quedarme el dentado lleno de grumos del jodido pastelito, tengo un dolor en la quijada, de mascar, que se me ha quitado el hambre y todo... ¡Qué cosas!

-¡Refalfies! ¡Refalfies de consumidor mal acostumbrado!
 
 
  The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

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