The Adversiter Chronicle

viernes, 11 de mayo de 2018

CRÓNICAS EN LA ÓRBITA DE LA ESTRELLA POLAR de W. Bishop


CAPÍTULO I

Un halo de soledad envuelve mi alma
 
Anulo los códigos de disparo en el sistema de armas de la Polaris. Hace pocas rotaciones terrestres el sistema de armas abrió fuego, diseñado para disparar al detectar objetivo, hizo su trabajo y casi hace daño y con riesgo potencial; el diseño del sistema de armas nunca puede disparar bajo cualquier circunstancia, fue diseñado para proteger los objetivos e interponerse ante sus agresores…
He alcanzado la órbita de la Estrella Polar, pero aunque hace ciclos lunares que terminó el combate, que despegué para escapar de la adrenalina y el placer de la refriega, el sistema de armas estaba operativo. Es un programa de computación así que nunca supo que ya sólo le quedaba un objetivo: monitorizar riesgos potenciales, analizar la fuente y preparar desde ataques preventivos a aniquilación del vector de agresión …
Todo es paz aquí. Eso permite la monitorización de bajo nivel, sin interferir ni protocolos de disparo…
Aquí no hay guerra, sólo el Universo y todo parece tan absurdo que te preguntas si alguna vez sucedió en realidad, pero es porque la Polaris es una buena nave para combatir.
Hace frio en el espacio exterior. ¡¡El frío curte la piel!, ladraban los perros de la guerra adiestradores de otros perros. Terminas haciéndote amigo del frío, el calor te puede achicharrar, pero el frio te puede conservar o es más fácil abrigarse que desnudarse ya que mientras el abrigo te da un soporte vital, el calor termina por hacerte arder...
El sistema de comunicaciones pasa a código leal. La Polaris pasa de nave de combate a misión de observación científica. Ya no habrá ataques preventivos, ráfagas de disparo rápido ni respuesta a conflictos para aprovechar las ventajas tácticas de intervención. Hubo un tiempo para la guerra, volverá la hora de regresar, la Polaris siempre estará monitorizando y su sistema de armas en fase inercial, pero es hora de la paz y no perturbar la misma de seres de luz, comandantes operativos con acceso a los códigos de disparo.
Soledad en el Lado Oscuro para el tripulante y soledad contemplativa en la Polaris. Es hora de volver a buscar nuevas fronteras, sentirse cálidamente acompañado de tus kameraden caídos en combate…
Alegrarse de sus triunfos, sentirse en comunión con sus ideales y demostrar lealtad.
Por eso despegué, alguien me vio volar alto y a la sombra de Dorian Gray retrató el peligro instintivo que despierta el sistema de armas de la Polaris preguntándome si llegaría más alto. Ya he llegado al punto en el que no se vuela, se viaja por el espacio donde habitan los dioses mitológicos pero lejos de las guerras humanas y divinas hasta que se vuelvan a activar los sistemas y las antenas de alta frecuencia…
La paz.


The Adversiter Chronicle, diario dependiente cibernoido
Salt Lake City, Utah
Director Editorial: Perry Morton  Jr. IV

http://theadversiterchronicle.org/
 







 

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